Una joya que combina la belleza natural de las piedras con un toque de elegancia.
En el centro, resplandece un delicado dije de cristal Swarovski, que aporta un brillo único a esta pieza.
La azurita, conocida por sus propiedades de conexión espiritual, se une a la pirita, que simboliza la abundancia y la prosperidad. Juntas, crean una armonía perfecta que no solo embellece, sino que también te acompaña en tu camino hacia el bienestar.
Cada pulsera es única, gracias a la variedad de matices y texturas de las piedras.