Este prendedor nace de un botón de baquelita original de los años '60, testigo silencioso de épocas donde la moda era un arte íntimo y duradero. Sobre él, se despliega una coreografía de detalles:
Cristal Swarovski negro central: Un faro de elegancia atemporal que captura la luz como susurros de lujo.
Cristales austríacos sobre tul: Reflejan oscuridad luminosa, como noches estrelladas tejidas en encaje.
Pelotitas de algodón negro: Contraste suave que recuerda la calidez de lo hecho a mano, nunca en serie.
Cada puntada fue dada con la precisión de quien sabe que los botones vintage no son adornos: son reliquias que piden una segunda vida.
Usa este prendedor en solapas, bolsos o como detalle en tu cabello: será un guiño a quienes entienden que la moda verdadera no tiene fecha de caducidad.